La
Musicoterapia es la utilización de la música (melodía y/o ritmo) para provocar
sensaciones, inducir el sosiego para ayudar al autocontrol y a la relajación,
facilitar la relación con los demás, mejorar la autoestima, facilitar la adquisición
de conocimientos… en definitiva: para provocar cambios y lograr mejoras
físicas, emocionales, sociales y cognitivas.
El
componente no verbal de la música ayuda a abrir nuevos canales de comunicación,
algo especialmente importante en niños cuyo desarrollo lingüístico está
bloqueado o deteriorado. En el colegio existe un colectivo de niños y niñas que,
además de presentar dificultades lingüísticas y de aprendizaje, adolecen de
falta de habilidades sociales o de insuficiente intencionalidad comunicativa
para una correcta integración en el grupo de iguales que facilite su desarrollo
global. Melodía y movimiento (danza, como interpretación corporal de la música),
elementos universalmente disfrutados por los niños, aun relacionados con
contenidos académicos, son una propuesta muy atractiva para el alumnado, al
conseguirse una implicación y una motivación de esfuerzo que no se logra con
actividades escolares tradicionales.
Desde
el pasado curso 2012/13 se está llevando a cabo un Taller de Musicoterapia en
el colegio, buscando la implicación del alumnado del Segundo y Tercer Ciclo
para actuar como monitores auxiliares con niños y niñas atendidos por el equipo
de Atención a la Diversidad.
En este
tiempo ya se aprecian mejoras observables durante la sesión: se facilita la
realización de conductas dirigidas a los otros en un contexto de juego (no
juegos individualistas, sino que se produce una interacción necesaria), se eleva
la autoestima por el bajo riesgo al intervenir (no sentirse ridiculizado en
ningún momento), se aumenta la comunicación verbal y no verbal (por medio de
diálogos con palabras, melodías o gestos), se facilitan las interacciones
sociales con el grupo inmediato y con el gran grupo (primero con el grupo de
Musicoterapia, pero llevando después las canciones al patio de recreo y al aula
ordinaria), se aumenta la atención a través de la escucha sostenida (momentos
de espera en melodías dialogadas), se facilita la adquisición de contenidos
(esquema corporal, conceptos básicos…), se potencia la musculatura orofacial
empleada en el habla (mediante juegos con música y ejercicios repetitivos pero
divertidos)…
El
grado de implicación de los niños y niñas mayores en una actividad de ayuda
desinteresada está siendo muy alto, con
detalles emocionantes en la relación entre grandes y pequeños. Esto tiene
efectos positivos en el clima de convivencia del centro, visibles especialmente
en los tiempos de recreo.
En el siguiente documento podemos apreciar algunos momentos de una sesión.
En el siguiente documento podemos apreciar algunos momentos de una sesión.