jueves, 26 de marzo de 2015

RIVALIDAD ENTRE HERMANOS ¿CÓMO SOLUCIONARLO?


Con el mes de marzo llega un nuevo encuentro de la  Escuela de Familias del centro. En esta ocasión la temática es muy interesante ya que nos ayudará a entender y, sobre todo, a conocer herramientas para poder solucionarlo.

En la siguiente presentación, Ana Julia Sánchez Camacho y Jessica Ruiz Atencia, nos aconsejan los pasos a seguir.



 PASOS PARA INTERVENIR POSITIVAMENTE EN LAS RELACIONES FRATERNALES.

1.  PREVENIR: adelantarnos a los conflictos.
2.  ACTUAR: intervenir en los conflictos.
3.  REVISAR: sacando conclusiones.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA MEJORAR LA RELACIÓN ENTRE HERMANOS/AS.

ü  No juzgues. Te arriesgas a que uno u otro no consideren justa tu opinión y se enfaden todavía más.
ü  No fuerces la interacción ni a hacer las paces. A veces les insistimos en que se den un beso o un abrazo que no soluciona el conflicto. Es como un herida que cierra en falso: no está curada, sino sólo aparentemente. Es mejor aceptar sus sentimientos.
ü  No eches la culpa al mayor por el simple hecho de ser el mayor (y en teoría, el que ha de dar ejemplo). Posiblemente conseguirás que actúe en otras ocasiones de la misma manera agresiva ya que siempre “se las carga” por ser el mayor, independientemente de la causa.
ü  No protejas al más pequeño de tus hijos/as porque éste se aprovechará de tu incondicional protección para molestar sutilmente al mayor.
ü  Jamás les pegues porque al hacerlo les enseñas que la violencia es una herramienta útil para solucionar problemas.
ü  Si están a punto de pegarse, invítalos a hacer alguna otra actividad que les permita distraerse y olvidarse de su enfrentamiento.
ü  Después de pelearse y si tus hijos ya saben escribir, invítales a que escriban en un papel lo ocurrido y cómo se han sentido. Se puede sintetizar en cuatro frases y les servirá para reflexionar y reconocer sus sentimientos.
ü  Promueve la interacción y colaboración aunque sea en cosas pequeñas. Intenta planificar actividades familiares en las que todos participan como juegos sin competición, reuniones para discutir reglas, solucionar conflictos.


ü  Enseña a tu hijo/a que hay otras maneras de defenderse además de las patadas y los puñetazos. Enséñale a utilizar el sentido del humor, a utilizar su inteligencia y a ignorar provocaciones.
ü  Aprovecha el humor para que reflexionen sobre su propio comportamiento y relativicen los conflictos. Juega con ellos a cambiar los papeles: “Ahora nosotros somos los niños y vosotros los padres”.
ü  Cuando uno de los hermanos “se chiva” al padre o madre, estos no deben premiar al chivato castigando al otro hermano. Debes contestar: “No me cuentes las cosas malas que hace tu hermano. Cuéntame algo sobre ti o solo aquellas cosas buenas que hace tu hermano.” Poco a poco se darán cuenta de que no sirve de nada chivarse. Solo agradéceselo puntualmente si te avisan de que está haciendo algo peligroso.
ü  Evita etiquetarles. Calificar a un niño de “travieso” o “tranquilo” significa sencillamente que se ha comportado de ese modo en ese momento concreto y no que lo sea de verdad. Cuando encasillamos de este modo, fomentamos que los/as niños/as se enfrenten porque saben que nosotros esperamos que jueguen un papel determinado.


 ¡¡¡VUESTRA ASISTENCIA SIEMPRE ES IMPORTANTE!!!