Una semana más nos reunimos en el taller de inteligencia emocional para conocer una serie de herramientas que nos pueden ayudar a sus hijos e hijas a dominar la ira.
Es necesario trabajarlas con regularidad y constancia.
· Aprender a relajarse. Las técnicas de relajación y de respiración pueden ayudar a reducir la
excitación y agitación físicas que se desencadenan con la ira. Cuando se
consigue está más calmado, y la persona se toma un tiempo antes de reaccionar,
puede ser más dueña de la situación y verla con una perspectiva más ecuánime.
·
Utilizar el cuerpo. Se trata de expresar y dejar salir la rabia de manera inocua. Cuando se
está a solas uno puede preguntarse qué es lo que tendría ganas de hacer para
descargar su ira- Puede ser que le apetezca chillar, despotricar dar golpes a
un cojín, correr unos kilómetros….
· Expresarse de manera asertiva. En el acto de nombrar y expresar el propio punto de
vista, lo que se siente, se realiza los propios sentimientos teniendo en cuenta
también las necesidades y los sentimientos de la otra persona.
· Tomar distancia. Ante una situación que despierta una ira intensa puede
resultar útil tomar distancia: irse a dar un paseo, pedir un tiempo para que
los ánimos se calmen….
· Emplear la palabra. Se puede pedir a un amigo que escuche cómo
hablamos acaloradamente de lo que nos disgusta. Antes les comunicaremos
que solo necesitamos su escucha, y que es preferible que no emita ningún juicio
durante nuestro monólogo.
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Aprender a relajarse. Las técnicas de relajación y de respiración pueden ayudar a reducir la
excitación y agitación físicas que se desencadenan con la ira. Cuando se
consigue está más calmado, y la persona se toma un tiempo antes de reaccionar,
puede ser más dueña de la situación y verla con una perspectiva más ecuánime.
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Utilizar el cuerpo. Se trata de expresar y dejar salir la rabia de manera inocua. Cuando se
está a solas uno puede preguntarse qué es lo que tendría ganas de hacer para
descargar su ira- Puede ser que le apetezca chillar, despotricar dar golpes a
un cojín, correr unos kilómetros….
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Expresarse de manera asertiva. En el acto de nombrar y expresar el propio punto de
vista, lo que se siente, se realiza los propios sentimientos teniendo en cuenta
también las necesidades y los sentimientos de la otra persona.
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Tomar distancia. Ante una situación que despierta una ira intensa puede
resultar útil tomar distancia: irse a dar un paseo, pedir un tiempo para que
los ánimos se calmen….
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Emplear la palabra. Se puede pedir a un amigo que escuche cómo
hablamos acaloradamente de lo que nos disgusta. Antes les comunicaremos
que solo necesitamos su escucha, y que es preferible que no emita ningún juicio
durante nuestro monólogo.
"Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!"
(Proverbio ruso)